Los asesinos en serie

Los asesinos en serie normalmente son considerados psicópatas, ya que suelen presentar las mismas características que estos. Un especialista sobre los asesinos en serie llamado Robert Ressler tras varios estudios llego a la conclusión de que en casi todos los asesinos en serie existía una disfunción dentro de la familia.

Asesinos en serie en criminologia

– El clima familiar, factor fundamental para con los asesinos en serie

La mitad de estos familiares tenían antecedentes de alguna enfermedad de tipo mental, también presentaban antecedentes penales, y el 70% consumía alcohol y drogas, por lo tanto estaba claro que el clima familiar era un factor fundamental en la vida de los asesinos en serie.

– El maltrato físico y/o psicológico, muchas veces presente en la vida de los asesinos en serie

Los asesinos en serie que este especialista había investigado habían sufrido malos tratos de pequeños, y por malos tratos no solo se refiere a los físicos, muchos de ellos también habían sido maltratados psicológicamente, algo que a veces es mucho más peligroso que el maltrato físico.

– Fases de la infancia en las que se requiere especialmente la presencia paterna y materna

+ Hasta los 6 o 7 años: la figura de la madre

Hasta los 6 o 7 años de edad la madre es considerada la figura adulta y ejemplar más importante para un niño, en estos años es cuando los niños van aprender lo que significa la palabra amor. Por lo tanto si un niño no tiene esto y tampoco aprende lo que significa la palabra amor, es muy probable que en un futuro se produzcan conductas delictivas. Es muy importante que en esta edad se enseñe a los niños a sociabilizarse, a interactuar con las demás personas, a enseñarles a querer e intentar mostrarles todo el amor del mundo.

+ De los 8 a los 12 años: la figura del padre

En la edad de los 8 a los 12 años el padre es la figura adulta más importante para el menor, en este momento es cuando todas aquellas tendencias negativas que se han podido aprender empiezan a tener gran importancia. Por ejemplo en el supuesto de divorcios, y por lo tanto que el niño en esa edad no cuente en todo momento con la figura paterna de su padre le puede llevar a un estado de soledad, de querer aislarse y no entender la situación que está viviendo.

Si se han vivido estas dos fases sin la presencia adecuada de la figura materna y paterna, es muy probable que cuando se llegue a la adolescencia estos niños descubran que no son capaces ni de desarrollarse ni de tener relaciones emocionales o afectivas con otras personas. Esto les lleva a crear su propio mundo antisocial y a empezar a tener conductas que no son normales. Hay que intentar evitar y prevenir a tiempo este tipo de conductas para evitar que en un futuro se hable de asesinos en serie.

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Por Beatriz Nicolás, licenciada en Derecho y redactora de artículos jurídicos.

Beatriz Nicolás Diez
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