Estos casos constituyen la denominada responsabilidad objetiva, según la cual un sujeto responde de un hecho causado por él aunque no haya tenido voluntad de realizarlo (dolo), ni haya actuado con imprudencia o negligencia (culpa).
La responsabilidad objetiva tiene carácter excepcional y sólo se determina en supuestos tasados. Uno de los principales casos de responsabilidad objetiva es el del denominado homicidio preterintencional, que, tal como indica el calificativo utilizado por la ley (preterintencional, es decir «más allá de la intención» se verifica cuando la muerte de un hombre no es intencionalmente deseada ni tampoco es resultado de un comportamiento imprudente o negligente, sino de un delito de lesiones.
Existe homicidio preterintencional cuando, por ejemplo, un sujeto golpea con el puño a su adversario, con la intención de herirlo pero no de matarlo, y la persona agredida pierde el equilibrio, cae, se da un golpe en la nuca y muere. En este caso, aunque no ha existido voluntad homicida, el causante responderá igualmente por la muerte del agredido, pero no a título de homicidio voluntario, sino de homicidio preterintencional.
———-
+ Aspecto de la conducta o elemento objetivo del delito
+ Circunstancias modificativas de la responsabilidad penal
+ Diferencia entre delito y falta
+ La amnistía, el indulto y la rehabilitación
